El lunes por la noche, el presidente Trump tomó la decisión de despedir a la fiscal general de justicia, Sally Yates. Este despido fue como resultado del rechazo de Yates al decreto inmigratorio de Trump pidiéndole a los abogados del Departamento de Justica a no hacer caso a la orden del presidente.
El viernes, 27 de enero del 2017, el presidente Trump firmó la orden ejecutiva que cerraba las fronteras de la nación a los refugiados y a los inmigrantes de países predominantemente musulmanes. Esto llevó a Yates a dar la orden, en una carta, a los abogados del Departamento de Justicia a no defender la orden del presidente Trump contra los retos legales. “En la actualidad, no estoy convencida de que la defensa de la orden ejecutiva sea consistente con estas responsabilidades, ni estoy convencida de que la orden ejecutiva sea legítima”, escribió Yates.
A pocas horas que Yates enviara la carta a los abogados del Departamento de Justicia, Yates fue notificada de su despido. Yates recibió una carta en la que decía “el presidente le ha sacado de la oficina del Subprocurador General de EE.UU.”. Minutos después, el despido se hizo oficial en un anuncio a los medios de comunicación. “Yates traicionó al Departamento de Justicia al negarse a hacer cumplir una orden diseñada para protege a los ciudadanos de EE.UU.”, decía el comunicado.
Usar el término “traición”, por haberse negado, es innecesario para Yatees quien sirvió casi tres décadas al Departamento de Justicia. Otra parte del comunicado incluía, “Yates es una funcionaria de la administración de Obama que es débil en las fronteras y muy débil en la inmigración ilegal”.
El nuevo secretario general interino es Dana J. Boente, Fiscal del Distrito Este de Virginia. Boente servirá en esa posición hasta que el Congreso confirme al senador Jeff Sessions de Alabama. Boente ha dicho a la Casa Blanca que está dispuesto a firmar la orden ejecutiva de Trump sobre refugiados e inmigración, según Joshua Stueve, un portavoz de la oficina de Boente.
Lo que llama la atención del despido de Yates es que Sessions, en el 2015 durante el gobierno de Obama en una audiencia de confirmación, le aconsejó a Yates a desafiar las órdenes de un presidente “si las opiniones que el presidente quiere ejecutar son ilegales”. “Tienes que estar atenta porque la gente te pedirá que hagas cosas y necesitas decir que no, ¿crees que el fiscal general tiene la responsabilidad de decir no al presidente si pide algo que no es correcto?”, le dijo Sessions a Yates.
