Las recientes deportaciones han separado a muchas familias y los más afectados son los hijos. Un grupo de jóvenes se dirigió a Washington para mostrar que ningún otro niño debe de pasar por la una situación de separación familiar como ellos lo han vivido.
Ayer martes, 4 de abril, un grupo de aproximadamente 18 jóvenes nacidos en EE.UU. se organizó para ir a Washington, D.C. y defender el estatus migratorio de sus padres. El grupo fue organizado por la pastora Emma Lozano de la Iglesia Metodista Lincoln United. Lozano también trabajara en una demanda en contra del presidente Trump. La demanda es “acerca de violar los derechos de niños ciudadanos que quieren deportar a sus padres o ya están bajo deportación o ya han sido separados por la deportación,” dijo Lozano.
El grupo de jóvenes llevaban puestas camisetas que decían “No me hagan huérfano”. Saúl Orellana, un joven quien fue separado de su madre hace 7 años cuenta lo que sintió cuando eso pasó. “Me separaron de mi mamá hace siete u ocho años y fue difícil sobrevivir eso, pero uno comienza a salir adelante, pero no quiero que ningún otro niño pase por eso”, dijo Orellana.
El objetivo de los jóvenes es que otras familias no pasen por la misma situación y que se den cuenta de las consecuencias que tienen en sus vidas. Una niña, Mahalea Velasco, fue separada de su padre y lo que más desea es tener a su papá. “No es justo. Lo único que quiero es que él me lleve a la escuela y crecer al lado de mis padres. Lucharé hasta el final”, dijo la niña. Otra joven dijo que quería que las personas vieran lo que estaban pasando y que se pusieran en sus zapatos.
