Tres minutos de abrazos

PHOTO CREDIT: REUTERS/Jose Luis Gonzalez

El Río Bravo, en Ciudad Juárez, fue la frontera natural entre México y EE.UU. que permitió que decenas de familias se pudieran ver, conversar y abrazar por tres minutos después de muchos años.

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El miércoles, 10 de agosto del 2016, cientos de mexicanos se volvieron a encontrar con sus familiares después de muchos años. Este reencuentro fue posible por dos organizaciones pro inmigrantes. El Instituto Fronterizo Esperanza y la Red Fronteriza de los Derechos Humanos se organizaron bajo el lema “Abrazos, no muros” para que este evento se pudiera realizar. Esto sucedió en el Rio Bravo, en Ciudad Juárez, entre México y EE.UU. El reencuentro fue vigilado y hasta grabados por la Patrulla Fronteriza estadounidense y agentes federales mexicanos para evitar que gente sin documentos lograran confundirse entre la multitud.

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El encuentro duró tres minutos y se pudo sentir la emoción de las familias. Durante esos tres minutos, la gente corrió sin importarles los charcos de agua para poder abrazar a sus seres queridos que no veían en muchos años. Minerva Rayo logró reencontrarse con sus hermanos que no los había visto en 20 años. Rosa Ramírez, una abuela de 86 años que vive en Ciudad Juárez, logró ver a sus nietos después de 10 años. También se observó familias completas fotografiándose sobre el lodo. Muchas de estas personas no se habían podido ver por su estatus migratorios. Dylan Corbett, del Instituto Esperanza, comentó: “Se hace con la intención de que las familias puedan saludarse después de muchos años de no verse por sus condiciones legales en Estados Unidos. También para tomar conciencia entre el gobierno estadounidense para que dé entrada a reformas migratorias.”

Organizaciones pro inmigrantes se unieron bajo el lema “Abrazos, no muros”. Esto permitió el reencuentro entre familias que lograron verse y abrazarse durante tres minutos después de muchos años de separación.

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