La administración del presidente Donald Trump eliminó las guías federales emitidas en 2015 que protegían los derechos civiles de unos 5 millones de niños que no dominan el inglés en escuelas públicas.
Estas directrices indicaban a los distritos escolares cómo evitar la discriminación y garantizar educación de calidad en cumplimiento con fallos judiciales. La decisión forma parte de una política más amplia que busca establecer el inglés como idioma oficial y reducir los servicios multilingües en agencias federales.
¿Qué quiere decir esta noticia en resumen?
Que el gobierno de Trump eliminó las guías federales que daban protección a los estudiantes que no hablan inglés con fluidez, lo que deja a millones de niños en riesgo de no recibir el apoyo educativo necesario.
¿Qué directrices eliminó la administración Trump?
Se retiraron las guías emitidas en 2015 por los departamentos de Educación y Justicia que explicaban cómo las escuelas debían garantizar los derechos civiles de los estudiantes de inglés.
¿A cuántos estudiantes afecta esta decisión?
Aproximadamente 5 millones de niños en escuelas públicas de Estados Unidos que aún no dominan el idioma inglés.
¿Por qué eran importantes estas directrices?
Porque ayudaban a los distritos escolares a cumplir la ley y a evitar prácticas discriminatorias, asegurando educación adecuada a los estudiantes de inglés.
¿Cuál fue la justificación del gobierno para eliminarlas?
El Departamento de Educación dijo que no estaban alineadas con las prioridades de la administración. El presidente Trump afirmó que quiere devolver la educación a los estados y enfocarse en que los estudiantes hablen inglés.
¿Qué otras medidas relacionadas se han tomado?
Se eliminaron servicios multilingües en agencias federales, se redujo personal de apoyo en la oficina de educación para estudiantes de inglés y se impulsó el inglés como idioma oficial a través de órdenes ejecutivas.
¿Qué impacto puede tener en los estudiantes?
Expertos advierten que muchos niños podrían quedarse sin apoyo académico ni lingüístico, lo que afectaría su desarrollo escolar y aumentaría el riesgo de discriminación.
Con esta decisión, la administración Trump cambia el rumbo de la política educativa federal, dejando en manos de los estados la responsabilidad de garantizar la igualdad de oportunidades a los estudiantes de inglés.
Mientras el gobierno insiste en priorizar el inglés como idioma oficial, la preocupación crece entre familias, educadores y defensores de derechos civiles que temen un retroceso en la protección de millones de niños en las aulas del país.
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